sábado, 15 de septiembre de 2012

Distancia

Existen algunas mañanas que se dejan. Entonces mañana deja de ser bola de cristal. Se convierte en música suave y conocida. En la mañana más importante de tu vida. Esta mañana. No sientes el  frescor de siempre, el silencio cotidiano de estas horas antaño ambiguas. Ahora sientes el picor en la garganta de los cigarros de anoche, los pies fríos y sucios de ir descalzo, la misma sensación a la que sigues sin saber poner ni inventarle nombre.

Hay distancias que son propias e internas. Hay torres de marfil de estructura de naipe que resisten toda la vida. Hay ventanas para acercarte a pequeños mundos que están afuera y que no se dejan someter al sistema métrico decimal. Y hay puertas giratorias que se mueven al ritmo de todo lo que no decimos. Hay 7.000 millones de torres que estando tan cerca son inaccesibles. Hay miedo. Sobre todo, hay miedo.

También hay libertad. Como un huerto en el cielo. Con raíces aéreas regadas con lágrimas, abonadas con sonrisas y que brotan como los sueños. Huertos con DNI, personales e intransferibles. Terrenos que no entienden de tierra ni estrellas. Caballos alados que hay que ganarse para que te dejen vivir a su grupa. Hay puentes sin cuerdas que unen y autopistas que separan. Hay vida.

Islas en África a las que se llega cerrando los ojos.

Hay poemas que te cambian la vida.

Hay mañana.

Hay hasta futuro.

Hay 400 entradas que me definen.