martes, 13 de octubre de 2009

Disgregario

No te quieren dar nombre
pero no pueden quitarte la voz

Extraño tu boca entre sueños
tu forma de pasar por mi vida

Me entrego al ritmo de las olas
silencio de sol

No quiero escribir libros
pero cuelgo las palabras

La rubia de la mañana me adormece
y me da alas de playa

(Como decir soledad de otra forma)

Destino, locura impuesta, origen
todo eso me condena

Se que es otoño
pero me sigue dando pena
que se caigan las hojas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

sé que cuelgas las palabras,aunque opino que deberías escribir un libro!!
disfruta del otoño, aunque se caigan las hojas..es un proceso natural y necesario que tenemos que gozar!!!

un abrazo nostalgioso a través del océanos....
rubia mediante!! jajajaj
besosssssssssssss

María Jesús Siva dijo...

Lo malo sería que entre las hojas de otoño se nos cayera el alma, pero si este todavía se puede sujetar en la soledad y el abandono, lo más probable es que será recuperable.
El otoño es mi estación del año preferida, por lo que deja atrás, por lo que aventura...
Besos

Anónimo dijo...

Y me da alas de playa, dices, y tus letras llenas de salitre me arrastran a la orilla, me empapan de morriña, y la rubia de la mañana me observa y yo la miro con los ojos entornados por su luz.

Me encanta Trovador, me encanta leerte.

Un abrazo

Jose Zúñiga dijo...

Peor sería que se cayeran los árboles, Quique. Ya se sabe que de árbol caído...