Esta noche es una de esas en las que dejo que me entre la vida. Dejo que me salga la esencia aunque no la pueda derramar. Me queda escribir como una catarsis particular y contradictoria.
Hay noches como esta, en las que puedo seducir a cualquier mujer desde el silencio de mi callejón sin salida. Mirar a los ojos y decirte las palabras que necesitas escuchar. Agarrarte la mano en el justo momento en que tu estás a punto de agarrar la mía.
Sin dejar de mirarte a los ojos.
Hay mesas de bar en un rincón en las que soy capaz de parar el tiempo. Te engaño de forma dulce y malintencionada. Me hago el valiente solo con las mujeres guapas. Las que se enamoran de todo lo que aún no han visto.
Hace 8 meses
8 comentarios:
Además de guapas, son muy sabias y realistas, estas mujeres...! Y la noche con vino y tinta, es encanto... que encanta...
El único modo de librarse de la tentación es ceder a ella.
Besosss.
No es amor si duele o hace doler. Un gran abrazo.
Momentos así diría que hay bastantes... tal ve no demasiado inmersos en el hecho de que entre la vida... pero sí en el sentido de "ser" y compartirla.
Aprovechando el rincón del bar, salud con unas rubias!
Un abrazo hermano trovador!
Me gusta cuando dices: Sin dejar de mirarte a los ojos...
Y es que a decir verdad tal parece que a todas nos encanta esa forma dulce y malintencionada de engañar...
Buenísimo... creo que a todas las mujeres nos encanta que nos "engañen" si es así, mirando siempre a los ojos, con las palabras justas en el momento justo, en el acojedor rincón de un bar.. hace pensar que "esas malas intenciones" parezcan "tan buenas"...
Enhorabuena por esta entrada. Me encantaría invitarte a mi blog y verte por allí.
Estoy en:
http://unarameraunabombayuntemporizador.blogspot.com
No te asustes por el título del blog, besos.
Pues vaya suerte que tienes, guapo.
Pero es que una mesa de un bar(mejor si es bohemio) en la penumbra y en un rincón apartado...Y si suena un blues o un tango...
Muxuss
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