Hace 8 meses
viernes, 3 de abril de 2015
El día menos pensado
No soy original, ya lo se. Igual que el video mató a la estrella de la radio, el facebook mató al blog. La verdad que los dos espacios me han aportado muchas alegrías. No son incompatibles, pero tampoco me paso la vida delante de este cacharro, ni quiero. La diferencia entre lo privado y la desnudez a la exposición pública y grandilocuente de "cuando nos gustamos". Nada que ver. Toca volver a abonar lo escondido. La poesía no se pierde, se lleva dentro. Y la echo de menos.
viernes, 23 de mayo de 2014
Razones
Existe una poderosa razón por la cuál dejé de escribir. Abandono a la misma poesía que me alimentó durante años. La misma que consiguió hacerme renegar de la prosa. Sigo leyendo (prosa) pero no escribo una palabra. No se cuál es esa razón oscura, profunda y destructiva...pero debe ser en verdad poderosa.
Tampoco tengo ganas de profundizar en sus raíces. Tampoco tengo ganas de forzar nada. Esto se ha convertido en leit motiv de mi vida. Me dejo hacer, sin resistencia. No me ha ido mal desde entonces. No se si bien. Acepto a ultranza la realidad. O eso me creo. No es conformismo. O eso me creo.
No es casualidad que hoy sea día 23. Nada lo es. Muleta del ciego que acepta.
Ese es mi equilibrio. No es un punto equidistante. Es una actitud. Acepto mis actos más que mis deseos.
Tampoco tengo ganas de profundizar en sus raíces. Tampoco tengo ganas de forzar nada. Esto se ha convertido en leit motiv de mi vida. Me dejo hacer, sin resistencia. No me ha ido mal desde entonces. No se si bien. Acepto a ultranza la realidad. O eso me creo. No es conformismo. O eso me creo.
No es casualidad que hoy sea día 23. Nada lo es. Muleta del ciego que acepta.
Ese es mi equilibrio. No es un punto equidistante. Es una actitud. Acepto mis actos más que mis deseos.
jueves, 3 de octubre de 2013
Acto de fe
La vida pasa. Mi vida pasa.
Y sin querer hacerme preguntas vienen sin pensarlas. Me cuestionan porque no escribo. Dónde quedó la poesía.
No me juzgan, me interpelan.
Otra vez la palabra más. El mismo deseo de siempre sobrevive al zen. No se conforma con la tranquilidad. No quiere nada y quiere más.
No quiere, de una u otra forma, que pase mi vida sin escribir. Sin escribir para afuera y para otros.
No quiere perder tanto tiempo, no abusar de perderlo; sin dejar de hacerlo. Los abusos no son buenos, ni los de paz y tranquilidad.
Sin promesas ni objetivos ni intenciones ni obligaciones.
Como un acto de fe.
Y sin querer hacerme preguntas vienen sin pensarlas. Me cuestionan porque no escribo. Dónde quedó la poesía.
No me juzgan, me interpelan.
Otra vez la palabra más. El mismo deseo de siempre sobrevive al zen. No se conforma con la tranquilidad. No quiere nada y quiere más.
No quiere, de una u otra forma, que pase mi vida sin escribir. Sin escribir para afuera y para otros.
No quiere perder tanto tiempo, no abusar de perderlo; sin dejar de hacerlo. Los abusos no son buenos, ni los de paz y tranquilidad.
Sin promesas ni objetivos ni intenciones ni obligaciones.
Como un acto de fe.
viernes, 26 de abril de 2013
De la poética de correr solo por la montaña
Begues, bajando por el camino del "Purgatorio" con el Castell de l'Eramprunyà al fondo.
De los versos y las zancadas que nacen de la soledad y el silencio. Cuando todos los nexos del cosmos conjuran con el aire fresco de la mañana y toda la vida fluye. Fluye libre. Te sientes parte de algo: conectado. No entiendo la gente que habla de "desconectar" cuando lo que hacemos es justo lo contrario: conectar con nosotros y nuestra esencia desnuda. Es otra forma de meditar... centrada en el ritmo de la respiración, los latidos del corazón, las sensaciones en las piernas, el canto de los pájaros, los olores de la tierra...
Cuando uno recorre -varias veces por semana- los mismos senderos, te sorprendes a tí mismo al ver como se te dibuja una sonrisa en la cara al observar la evolución de la retama, el florecimiento de esas flores lilas que a veces se quedan toda la primavera verdes, o de distiguir las huellas de un perro de las de un jabalí; todas esas pequeñas cosas hacen que te sientas vivo. Te hacen feliz.
A veces también dejo libres a los pensamientos y acuden maravillosos viajes, mujeres del pasado y del futuro (que también afloran una sonrisa tierna), versos que nunca escribo y no se pierden porque alegran mi boca, projectos de algunas carreras, sueños... ese tipo de cosas. Todo eso me hace feliz.
¡La tierra para el que la corre!. Los placeres solitarios de la montaña y su infinidad de metáforas y conexiones espirituales. Sentirte como un animal salvaje que se mueve por instinto. Establecer tus propias leyes y que la naturaleza las apruebe.
El monte es como las buenas amantes: uno siempre quiere volver. Conocer a la montaña es conocer la vida. Sentir en tus piernas como, si te esfuerzas, las cuestas del destino cada vez parecen menos empinadas y como se disfruta más cuando la vida va de bajada.
La tierra para el que la trabaja. Hay que poner mucho de parte de uno, aliarse con esta vida y distanciarse de nuestros miedos.
La tierra para el que la trabaja. Hay que poner mucho de parte de uno, aliarse con esta vida y distanciarse de nuestros miedos.
Y no parar de dar las gracias por todo esto.
lunes, 18 de marzo de 2013
Aquí delante
Estoy aquí delante de esta pantalla. Como se está delante de la vida. ¿Y qué si a veces me gusta esconderme?. La actitud con la que se está es lo importante, no la posición. El cómo ser uno mismo sin caer devorados por nuestro propio ego, he ahí la cuestión.
A veces quiero olvidarme de fechas, aniversarios, nombres y cualquier referencia. En algunos gestos trascendentales en la vida uno va asumiendo posiciones. Una forma de estar más que el estar en sí. O en que circunstancias uno pasa el tiempo. Lo que está claro es que esa posición está adentro. El que la busque afuera no se alejará un ápice de la pérdida.
Y desde adentro se sienta uno a meditar, sale a correr, escala montañas, recorre los caminos, se sumerje en el mar, lee o escribe (que vienen a ser lo mismo) y vive una vida que intenta que le pertenezca sin necesitar aferrarse.
Es cierto -como reza un poema de Benjamín Prado- que no es más feliz quién necesita menos. Simplemente necesita menos. Necesitar menos no significar no necesitar, sino no volverse loco buscando constantemente cosas...la mayoría que no encontraremos jamás; añadiendo más peso a una mochila que cargamos con fustración y deseo (que también vienen a ser lo mismo).
Aunque no necesite escribirla para sentirla, volver a la poesia no deja de ser una forma de reivindicarme desde otro lugar diferente al silencio.
A veces quiero olvidarme de fechas, aniversarios, nombres y cualquier referencia. En algunos gestos trascendentales en la vida uno va asumiendo posiciones. Una forma de estar más que el estar en sí. O en que circunstancias uno pasa el tiempo. Lo que está claro es que esa posición está adentro. El que la busque afuera no se alejará un ápice de la pérdida.
Y desde adentro se sienta uno a meditar, sale a correr, escala montañas, recorre los caminos, se sumerje en el mar, lee o escribe (que vienen a ser lo mismo) y vive una vida que intenta que le pertenezca sin necesitar aferrarse.
Es cierto -como reza un poema de Benjamín Prado- que no es más feliz quién necesita menos. Simplemente necesita menos. Necesitar menos no significar no necesitar, sino no volverse loco buscando constantemente cosas...la mayoría que no encontraremos jamás; añadiendo más peso a una mochila que cargamos con fustración y deseo (que también vienen a ser lo mismo).
Aunque no necesite escribirla para sentirla, volver a la poesia no deja de ser una forma de reivindicarme desde otro lugar diferente al silencio.
jueves, 25 de octubre de 2012
No se deja de ser poeta
A veces la vida se convierte en poesía. Los versos se esconden en los días y en cada respiración. Las palabras no encuentran el camino al que si atinan los pasos, las manos, las sonrisas y -especialmente- las miradas. No se deja de ser poeta por no escribirlas.
Se deja de ser poeta al no sentirlas. A las personas como yo, parece que la calma y la felicidad nos dejan sin tinta. Ahora escribir sobre la soledad pierde su viejo sentido. Me quedo embobado con la vida. Con la de ahora, y - especialmente- con la que me espera esta tarde en una estación de trenes.
Los sentimientos se despojan del lastre de tener que bautizarlos. Me dejo ir en ellos no siempre en modo consciente. Ahora tus manos se convierten en renglones y tus besos acallan.
El poeta no deja de ser poeta. Aunque sea poeta enamorado.
sábado, 15 de septiembre de 2012
Distancia
Existen algunas mañanas que se dejan. Entonces mañana deja de ser bola de cristal. Se convierte en música suave y conocida. En la mañana más importante de tu vida. Esta mañana. No sientes el frescor de siempre, el silencio cotidiano de estas horas antaño ambiguas. Ahora sientes el picor en la garganta de los cigarros de anoche, los pies fríos y sucios de ir descalzo, la misma sensación a la que sigues sin saber poner ni inventarle nombre.
Hay distancias que son propias e internas. Hay torres de marfil de estructura de naipe que resisten toda la vida. Hay ventanas para acercarte a pequeños mundos que están afuera y que no se dejan someter al sistema métrico decimal. Y hay puertas giratorias que se mueven al ritmo de todo lo que no decimos. Hay 7.000 millones de torres que estando tan cerca son inaccesibles. Hay miedo. Sobre todo, hay miedo.
También hay libertad. Como un huerto en el cielo. Con raíces aéreas regadas con lágrimas, abonadas con sonrisas y que brotan como los sueños. Huertos con DNI, personales e intransferibles. Terrenos que no entienden de tierra ni estrellas. Caballos alados que hay que ganarse para que te dejen vivir a su grupa. Hay puentes sin cuerdas que unen y autopistas que separan. Hay vida.
Islas en África a las que se llega cerrando los ojos.
Hay poemas que te cambian la vida.
Hay mañana.
Hay hasta futuro.
Hay 400 entradas que me definen.
Hay mañana.
Hay hasta futuro.
Hay 400 entradas que me definen.
domingo, 22 de julio de 2012
Regreso
A vueltas regresando de otro retiro. Dos palabras importantes: Regresar y casa. Hablar con un par de vecinos antes de entrar. Saborear lo amargo que sabe el primer café solo después de 11 días sin tomar. La nevera más que vacía, hueca...este verano se estrellarán palomas.
Hay que aterrizar después de 10 días más adentro que nunca, con más silencio y paz mental que nunca. Estoy muy satisfecho del trabajo de estos días. Ahora aterriza Kike...hay que abrir los ojos al mundo real.
Subo a ver al abuelo. Me cuenta que ha estado pachucho estos días, pero hoy ya se encuentra bien. Después de no hablar durante 10 días tener que gritar para que me oiga me hace gracia. Le acabo de hervir la verdura, le doy de comer a la Linda y hablamos un buen rato. Se rie siempre conmigo y no me canso de escucharlo.
Tampoco me canso de cantar con Jorge, Silvio, Manolo, Julieta, Luis Eduardo, Pedro...es algo que echo de menos en los retiros, casi más que la música en sí, cantar. Siempre es sorprendente la voz que te queda después del silencio. Que gusto tutearlos y cantar juntos.
Ahora ya borré los 300 mails con mucha paciencia, no se me ocurrirá quejarme de tener tantos amigos. Logística. Volver a encender el termo, doblar la ropa, recoger un poco la casa, preparar la mochila para mañana. Ahora llega mi niña rubia y mañana al Pirineo. Es curioso y no casual que nos conocieramos justo en el primer retiro allá por el 2006. Me enamoré perdidamente de su media melena rubia, que era lo único que le veía...los que conozcan Vipassana me entenderán. Les invito a clikar en la rueda de la derecha y conocerlo. Si alguien se anima y, cuando les llegue el momento lo prueban, creo que me lo agradecerán (y yo se lo agradecerá a ustedes).
Esta tarde a ver mis niñas Aina y Laurita, y al resto de esta corta pero tan bien avenida familia que están por acá en estas fechas de movimiento humano. Para muestra un botón. Regresamos con Ire el 31...el 4 a Las Palmas a ver a Julio y Estrella y bucear juntos hasta el 11...del 13 al 19 me esperan Monsieur Le Vignemale, Madame Balaitús y algúna preciosa montaña más que caerá si el tiempo y todo acompaña...con mis amigos del CE Xàbia....y del 25 al 9 (por fín!!!) esas más de 40 inmersiones en el Mar Rojo que tanto me ilusionan desde diciembre...
...así que si quieren entrar los cacos lo van a tener a huevo. Después habrá que volver a trabajar....con las mismas ganas de siempre, de volver a ver a los chicos y a los compañeros. Esta vocación que me hace tan feliz y que te hace funcionar como un chiquillo.
Mañana después de un periplo interminable de trenes y autobuses a Torla...a dormir en Buxaruelo...y si todo va bien...hasta la Vall d'Aràn y de vuelta.
Así que, Señoras y Señores, Madames et Monsieurs, Ladies & Gentelmans:
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡BUENAS VACACIONES Y SEAN FELICES!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
lunes, 25 de junio de 2012
El secreto de la felicidad
Otra mañana que amanezco feliz. La noche de descanso obra milagros. Todo el día por delante. Café solo con galletas y silencio. Alguna persiana que se despereza. Algún pájaro del parque también.
La sonrisa fresca, como esta hora. Última semana de trabajo. Planes que consiguen hacer mayor esta sonrisa. Vuelve la comisura a su lugar para aterrizar en este presente sencillo, callado, con brillo en los ojos y ganas de caminar a ritmo lento. Afeitarme escuchando a Jorge Drexler y Silvio Rodriguez. Sacarme la sal de ayer con agua dulce y caliente. Todo a un ritmo extremadamente lento. Ganas de disfrutarlo todo, a cada segundo. Sentirlo todo. Seguir sonriendo.
Para que después hablen mal de los lunes. El próximo ya perderá su nombre. Solo será un día de vacaciones. En este aún lunes valoraré tener el trabajo que tengo. Un trabajo que me hace feliz. Que me hace sentir útil. Que me hace ayudar a personas que lo necesitan. Valoraré a mis compañeros y todo lo que aprendo de ellos. Lo bien que me hacen sentir y lo bien que siempre me han tratado.
Para que después hablen mal de los lunes. El próximo ya perderá su nombre. Solo será un día de vacaciones. En este aún lunes valoraré tener el trabajo que tengo. Un trabajo que me hace feliz. Que me hace sentir útil. Que me hace ayudar a personas que lo necesitan. Valoraré a mis compañeros y todo lo que aprendo de ellos. Lo bien que me hacen sentir y lo bien que siempre me han tratado.
Este último lunes valoraré respirar bien y que no me duela demasiado nada. Agradecer poder vivir en esta casa que tan bien me ha acogido y lo que hemos congeniado... con sus enormes raíces y esta vibración tan especial. Cierro los ojos y pienso en las personas que más quiero, sonrío, y les envío energía y ternura.
Como escribía hace un tiempo, me tendría que dar -constantemente- con un canto en los dientes por todo esto que me rodea. El amor es una espiral que solo puede crecer. Y contagiarse. Vamos a contagiarlo todos hoy.
viernes, 22 de junio de 2012
Días de verano
A vueltas con el silencio matutino de esta casa, el olor a buen café y los pájaros afuera. Me resisto a poner música para seguir saboreándolo todo con intensidad. Con está sonrisa tan mía como posición vital. Escribiendo. Satisfecho sin ahondar en razones. Sin forzar estas ganas de vivir que ahora siento. Real como solo puede ser este momento.
Afronto el último día con los chicos. Por ganas que tenga de vacaciones y por otro verano por delante cargado de buenos planes, buenos lugares y buena gente; hay una parte de mí que ya los empezará a echar de menos en el justo momento en el que se van los 6 autocares y todos los profesionales los despedimos.
Me olvido del presente y me precipito hacia las profundidades del Mar Rojo, mi querido GR-11, el imponente Vignemale, nuestra Costa Brava, el Dhamma Neru y el 4º retiro de meditación, Las Palmas con Estrella y Julio...mis adoradas chanclas y bermudas, la Cala, la mochila, las botas, el equipo de buceo, los libros...mis amigos, los viejos, los recientes, los que están por venir...
He escrito muchas veces sobre el movimiento que se genera entre el timón y las velas. Ahora manejo el timón con más pericia, pero no puedo evitar seguir dejándome seducir por el viento y la corriente...cerrar los ojos y volver a sentir que algo me lleva a dónde tengo que ir...
El poeta no deja de ser poeta aunque no escriba poemas...
domingo, 17 de junio de 2012
La cabeza encima de los hombros
Aún no he comprado el cuaderno. No salta ninguna alarma, es normal, esto tiene que fraguarse a fuego lento, constante, sincero y convencido. Ha llegado la hora de meterle cabeza al asunto. Aún no haber comprado el insigne y mágico cuaderno, estoy volviendo a escribir en papel. Me resulta mucho más fácil y rápido, se pierden menos ideas; algunas que acuden fugaces, se pierden entre las teclas, pero permanecen más presentes en el papel. Necesito velocidad al escribir. Al transcribirlo vendrá la sangría, el orden y el desconcierto. El compromiso es media hora -de reloj- cada día para empezar. Lo rebajé en media hora para hacerlo más viable.
Llegó la hora, justo ahora, antes de cumplir los 40, de ponerle cabeza. Hay que sacrificar algunas cabezas de la bestia. No puedo seguir siéndolo todo sin saber quien soy. Lo más importante, sin ser nadie. Me voy a empeñar en regar algunas flores y dejar morir otras.
Me va a costar escribir sin fumar, va tan de la mano una cosa y la otra. Esta demostrado empíricamente. Cada vez es menos placentero fumar de vez en cuando y cada vez me da más dolor de cabeza -y reconociendo que no lo llevo mal, y que desde Noviembre solo he comprado un paquete- quiero dejarlo de una puta vez para siempre. También voy a beber bastante menos. Ya se que tot plegat suena de lo más antiliterario posible, pero es lo que hay. Una cosa que no pienso dejar de hacer es llevar la contraria.
Voy a tener que vivir con las obligaciones que me fije y cumpliéndolas. Es la hora de la cabeza. Si me deprimo o me vuelvo un tipo -más aún- asocial, borde y más misántropo si cabe, me tendré que joder, es el precio que voy a pagar. Es lo que valen la constancia, la decisión y el compromiso. Hay que hacer. Hay que pensar. Tengo que volver a vivir con la cabeza encima de los hombros.
El mal de Montano. Enrique Vila-Matas
"Me acuerdo de que mientras tomaba aquellas notas, me sentía feliz pero me atormentaba un poco la idea de que acabara no decidiéndome a escribir aquella narración que andaba proyectando y que terminara por convertirme en un personaje parecido al protagonista de Paludes, esa novela de André Gide en la que se cuenta la historia de un hombre que quiere escribir un libro pero siempre lo deja para otro día. Ese libro trata de un hombre que vive en un pantano sin hacer nada.
A ese escritor que no escribe y que protagoniza Paludes le preguntan a veces qué hace, a qué se dedica.
- ¿Yo? -responde siempre molesto-, yo escribo Paludes. Es la historia de un soltero que vive en una torre rodeada de marismas.
- ¿Y por qué está soltero?
- Bueno, es para simplificarlo todo un poco.
- ¿Y nada más?
- Nada más. Contaré lo que hace.
- ¿Y qué es lo que hace?
- Mira los pantanos.
Van pasando los años y nada cambia, el escritor que planea escribir Paludes no se decide a escribir ese libro".
Pag. 118, El Mal de Montano, Enrique Vila-Matas. Ed. Anagrama, Barcelona, 2002.
A ese escritor que no escribe y que protagoniza Paludes le preguntan a veces qué hace, a qué se dedica.
- ¿Yo? -responde siempre molesto-, yo escribo Paludes. Es la historia de un soltero que vive en una torre rodeada de marismas.
- ¿Y por qué está soltero?
- Bueno, es para simplificarlo todo un poco.
- ¿Y nada más?
- Nada más. Contaré lo que hace.
- ¿Y qué es lo que hace?
- Mira los pantanos.
Van pasando los años y nada cambia, el escritor que planea escribir Paludes no se decide a escribir ese libro".
Pag. 118, El Mal de Montano, Enrique Vila-Matas. Ed. Anagrama, Barcelona, 2002.
miércoles, 13 de junio de 2012
Al besar tu espalda
Te encuentro nueva y alegre
en tierra firme a paso lento
siento lo fugaz en forma de amarra
rozando tu cuerpo
como si mirase las estrellas
Cuando no hay mar ni cielo
que valgan
Cuando renuncio a ser
cuando solo quiero sentirte
enredada a mi vientre
encallada...
Busco tu alma
salvar tus flores
probar tus alas
cálido como un susurro que llama
mirándote a la cara
llorando por deseos que mi boca
alcanza al besar tu espalda.
3ª versión del mismo poema desde 1997. Me lo trajo el viento y le dí la vuelta.
Cada día
El domingo pasado, leyendo a Vila-Matas en la playa, sin saber cómo ni porqué, llegué a una conclusión: tengo que escribir cada día. Aunque solo sea una palabra en una servilleta de bar. Aunque no tenga sentido. Aunque sea una auténtica mierda. Aunque no lo publique.
No tiene porque formar parte de nada. Como meditar unos minutos con el papel. No me tiene porque llevar a ningún sitio.
Decidí - en ese sereno arrebato de autoafirmación literaria - comprar un cuaderno, uno especial; como el de la tienda china de La noche del oráculo de Auster. Volver a escribir como se hacía no hace tanto. Encarnarme de algún modo en ese cuaderno. Elegir cuidadosamente el tamaño y color. Llevarlo a todas partes como el que se apunta en la palma de la mano algo que tiene que hacer.
Cada día. Como un paso. Como una respiración profunda.
martes, 24 de abril de 2012
Como quien vuelve a casa
Aunque sea un verso
todo lo que me recuerda
que es primavera
regreso a la soledad
como lo hacen
los grandes animales
como quien vuelve a casa.
domingo, 22 de abril de 2012
"Eso no es gran cosa, pero algo hay que escribir"
Se acabó tratar de entender las cosas
Esta mañana al despertar me sentí más libre
No puedo pagar el precio de no sentir
La poesía huye de mi vida.
* "Eso no es gran cosa, pero algo hay que escribir"
Hierbas de Asia. Astronomía Razonable.
El último de la fila. Letra: Quimi Portet.
domingo, 4 de marzo de 2012
A veces
A veces, hay algo, parecido a la tristeza, algo mano a mano con la melancolía, algo en el terreno de la soledad... que me posee por completo. Y me dejo hacer. Ese algo no tiene palabras ni nombre. Es realmente íntimo, en la más pura acepción del término intimidad. Me hace sentir a gusto conmigo mismo y con ese mundo que no quiero compartir con nadie. Un mundo en el que no se necesitan las palabras. Quizás así podría compartirlo, sin palabras. No es aislamiento. Es una forma de comunicar en toda regla. Una forma que lo dice todo de mí.
A veces me embriaga la sensación de mudez. Pienso que me gustaría ser mudo, que no sordo; ese matiz es trascendental, por más que deteste el ruido, las interferencias y las fronteras. Que no pasa por sonrisas ni por lágrimas. Entonces se convierte en una forma de vida. Entonces echo raices en este lugar. Si voy más allá, en esta dimensión, en este planeta.
Y es en este preciso momento cuando, sin tenerte, te siento más cerca. Cuando sin escuchar el tic tac de ningúna medida de tiempo, las distancias se reducen a un ritmo sin espacio. Cuando ni siquiera quiero ni me esfuerzo por imaginarte. Se evaporan todas las imágenes. Amanece.
domingo, 26 de febrero de 2012
Cierra los ojos
Me paro a escuchar como me resuena "debería escribir más". Intento cambiar la obligación que jamás me sirvió de nada. Entonces no pasa nada por no escribir. ¿Qué va a pasar?. Incluso no pasa nada por no vivir. Por arrojar la llave al río. Intento escribir como si esto no fuese un blog, como si no lo fuera a publicar. Por otro lado, quiero alimentar este rincón que tantas alegrías y satisfacciones me ha traido. Aparece de nuevo, brillante, a lo azafata rubia con un traje corto dorado, la palabra elección.
¿Qué quieres mi niño?. ¿Qué te puedo dar?. ¿Nos vamos bien lejos?. ¿desaparecemos?...¿dejamos las cosas como están?...que sí...que ya lo se....que no estamos mal. Que vamos a seguir a pasos chicos y seguros. Vamos a amar a todo lo que se deje querer. Despacio, todavía más despacio mi niño. Cierra los ojos y verás que todo lo que esperas está en el camino.
lunes, 20 de febrero de 2012
viernes, 10 de febrero de 2012
Dejame
Dejame ser triste esta noche
dejame llorar y tener frío
deja que estas lágrimas me lleven
al lugar de dónde no recuerdo que vengo
dónde ya sin tu permiso
acabo esta botella de vino
y sueño con soñar esta noche contigo
dejame llorar y tener frío
deja que estas lágrimas me lleven
al lugar de dónde no recuerdo que vengo
dónde ya sin tu permiso
acabo esta botella de vino
y sueño con soñar esta noche contigo
viernes, 27 de enero de 2012
La sutil diferencia
Cuando cada vez el abandono
de la búsqueda es más real
más consciente
se refleja en no transitar antiguos caminos
en no seguir tus huellas para no errar
siento en mi sonrisa la sutil diferencia
entre el viejo deseo y el nuevo amor.
de la búsqueda es más real
más consciente
se refleja en no transitar antiguos caminos
en no seguir tus huellas para no errar
siento en mi sonrisa la sutil diferencia
entre el viejo deseo y el nuevo amor.
domingo, 1 de enero de 2012
Otro domingo con sol
Medito. No se que hora debe ser, aunque ya se empieza a colar algo de luz por la puerta de la calle. Antes, en la cama aún, decidí no salir a correr esta mañana. En un rato, cuando el sol esté más alto, subiré a leer a la terraza. Me reservé para hoy el final de La noche del Oráculo, de Auster.
Sigo sin fumar, debe rondar ya los 2 meses que lo quise dejar del todo y de una vez, creo que era un martes. Estoy satisfecho. Muy pocas veces la cabeza me pide nicotina. Y claro, el cuerpo responde. Estos días de vacaciones son los primeros en 5 años que me quedo en casa. Así lo decidí. Quiero encierro, al oso, al invierno y a la cueva. Rechacé una plaza para otro retiro, no me veía con fuerzas ni convencido para la dureza del que sería el 4º retiro. Quizá en verano o las próximas navidades.
Desde luego me he tomado al pie de la letra lo de "quedarme en casa". Salgo lo imprescindible. Solo he salido a comprar, a correr, al gimnasio y a las consabidas comidas de estos días. Ayer fue una excepción la comida con Xavi. Me gustó que me llamara. Sabía perfectamente que en esta ocasión yo no lo habría hecho.
Hablamos de como llevábamos estos días. También sabe bastante bien como los llevo yo. Siempre me subraya - ante mi indiferencia y aversión por cualquier convención social - la importancia de la simbología. Me recuerda que los grandes momentos de la vida están vinculados a un ritual. No digo que no, pero a mí no me sirven. Sencillamente, no me los creo. Me quedo con mis pequeños ritos y símbolos. Hasta el de llevar la contraria al mundo. Si más no, a este mundo. También volvió a recordarme mi inestabilidad y mi necesidad de intensidad. Aquí me autocoloqué la etiqueta de artista: "y que artista no es inestable"...
También antes de meditar esta mañana, no recuedo bien en que momento, ni ligado a que vino; me abordó un pensamiento muy claro: "si quieres verdad, da verdad". Pensé en que muchas veces prefiero callarme, motivado a medias por el miedo a quedar mal y el de hacer daño. Mi forma de decir la verdad es muy brusca, sin artificio ni maquillaje, hiriente y salvaje, cargada de fuerza y clavando la mirada hasta el fondo. Por eso voy con cuidado. Por no herir más de lo necesario, aunque hiera igual. Ya se que hay silencios y construcciones que pueden ser hasta más letales. Realmente, aquello de" callaico estás más guapo" me cae que ni pintado. Y más silencio. Cada vez más animal. Cada vez más silencioso.
Tampoco se en que momento, volvió un sueño que esta noche descubrí que lo era, y que además, es recurrente. Lo he soñado muchas veces...sin darme cuenta hasta ahora. Resulta que estoy estudiando algo, y todo anda terriblemente desordenado, cientos y miles de papeles en diferentes lugares sin ton ni son, lo que debería estar en su lugar no lo está...hasta he llegado a dudar de si realmente estaba estudiando eso....o que era...como en un contexto universitario...como absolutamente caótico y perdido...entonces me posee una sensación de absoluto descontrol...de desastre...en fin...que los sueños....sueños y nosotros son...
Tampoco se en que momento, volvió un sueño que esta noche descubrí que lo era, y que además, es recurrente. Lo he soñado muchas veces...sin darme cuenta hasta ahora. Resulta que estoy estudiando algo, y todo anda terriblemente desordenado, cientos y miles de papeles en diferentes lugares sin ton ni son, lo que debería estar en su lugar no lo está...hasta he llegado a dudar de si realmente estaba estudiando eso....o que era...como en un contexto universitario...como absolutamente caótico y perdido...entonces me posee una sensación de absoluto descontrol...de desastre...en fin...que los sueños....sueños y nosotros son...
Tengo ganas de escribir. Estos días de reclusión he trabajado en el poemario. Sobre unas 170 páginas de poemas escritos en los últimos 3 años. Creo que podré salvar de la quema los necesarios. Aún no me puse a contarlos, ni los escritos, ni los seleccionados. Cuando uno me convence, me vuelve a gustar igual o más que cuando lo escribí, me pregunto como lo pude hacer...como si a veces no fuese capaz de sentir algo de talento. Más aún cuando leo alguna mierda bien grande y la he firmado yo. Es muy ambivalente.
He releido los de el último año y medio, así como todas las entradas del blog de esa época. Es un ejercicio curioso. Como confirmar lo cada vez más lejos que me cae el pasado, hasta el mas reciente. Me estoy convirtiendo en un ser muy olvidadizo.
También me he vuelto a leer todos los comentarios. Me he dado cuenta (y vuelto a sorprender) de la gente que hace tiempo que me lee y comenta, sobre todo de Paz, de mi hermano de signo Trova, de Calma, de Soco, de Lara, de los que también siguen ahí en menor medida y que os recuerdo a todos perfectamente...y muy especialmente de mi maestro Jose Luis Zúñiga, del día en que ya no habían más comentarios suyos, de sus ánimos, consejos y empujones para este primer poemario...la verdad es que lo echo de menos.
Me subo a la terraza a leer. ¿Es muy pronto para la primera cerveza?. Bueno, es domingo...y que coño...¡a la salud de Jose!
P.d.: ...este año no me pude escapar maestro...
P.d.: ...este año no me pude escapar maestro...
domingo, 20 de noviembre de 2011
Coger el timón
Algo está cambiando. Más allá de saber que todo cambia. Ha llegado el momento de tomar decisiones. Estuvo bien navegar estos últimos años con el velero. Dejarse llevar. Tener una novia en cada puerto y si no, buscarla. Esperar que pase algo. Primero tiene que pasar adentro. Así me lo planteé hace unos 5 años: si a los 40 no ha pasado nada habrá que empezar a moverse. No hay que seguir sentado hasta que algo me empuje. Hay que levantarse y andar decidiendo la dirección. Empieza la cuenta adelante.
Cambié los programa despertador por música clásica en el dial de la radio del baño. Meditar con regularidad no es lo mismo que ponerse la alarma del móvil a las 7 cada día. Dejé de fumar no es lo mismo que lo estoy dejando. Dejé de soñar como mero ejercicio. Dejé a todas mis amantes. Este dejarse ir que tanto me confortó acabó mutando en estancamiento. No es que ya no necesite esta paz, esta tranquilidad...las adoro...pero necesito otras cosas.
No es casualidad que los últimos tres libros que han caido en mis manos traten de escritores que escriben un libro. Escritores que corren maratones. Escritores que escriben para otro. Escritores que escriben después de una crisis. Las crisis -particulares y generales- siempre son pasto para el cambio. Escribir una novela también es una carrera de fondo. Todas hablan del proceso creativo, sus rutinas, rituales e inseguridades. Presentar a concursos y editoriales el primer poemario solo es cuestión de ponerse al trabajo fino. Empezaré por ahí.
No hace falta viajar lejos para aprender nada. Tampoco puedes estar toda la vida soñando con irte a otro lugar. El timón no tiene que hacerte callo, hay que seguir sintiendo el viento.
Hay que vivir.
jueves, 13 de octubre de 2011
No se lo que es
"Perder el tiempo no es no saber adónde ir
ni adónde mirar.
Dejar el trabajo para más tarde.
Cancelar las citas del día.
Todas (hasta las verdaderamente importantes).
Dejar que pasen las horas de la mañana
fumando hachís entre medias y frío."
Perder el tiempo (fragmento)
No es que los pasos esta madrugada estén más perdidos
estas musas que confundo con mujeres de carne
su acostumbrada ausencia alimenta al lobo,
con aullidos en todos los tiempos verbales, efímeros
como el hombre que a cada instante dejo de ser.
No es esta luna llena de las 4:06 abstemia y serena
cuando ya no confundo a las estrellas con mensajes
caídos en un saco roto insoportable para la maltrecha espalda
cargada del ansiado silencio y la soñada paz, constante
como la vida que a cada instante dejo de vivir.
No es saber lo que hay que hacer ni cuando
la libertad hecha de trozos de piedra y eslabones perdidos
entre el que me creía ser y la sencillez callada de no ser nadie
que necesite objetivos y sueños para levantarse cada día
a seguir peleando por el amor que atesora y desea sembrar.
No es subir al cielo, escalar montañas ni sumergirme en la mar
pasar los días esquivando al dolor a golpes de placer
escondido en los rincones de la playa más desierta
volando el tiempo que me pone la venda en los ojos de las señales
que acaricio cuando no quiero y que no acuden cuando las llamo.
No se lo que es.
miércoles, 14 de septiembre de 2011
Mantra
Cuerpo, espíritu, silencio
hacia ahí me dirijo
lo repito como un mantra
cuerpo, espíritu, silencio
domingo, 11 de septiembre de 2011
En particular
Esto mío no es una racha
no es una crisis
no es un bajón
no es euforia
no es equilibrio
Soy yo
En este caso particular
me voy dejando de querer,
para poder querer a alguien
para que alguien me quiera
más de lo que me quiero;
para dejarme querer
Me voy y me quedo
sin moverme de aquí,
de mí
y sin saber hacia dónde
no dejo de caminar
hacia tí.
no es una crisis
no es un bajón
no es euforia
no es equilibrio
Soy yo
En este caso particular
me voy dejando de querer,
para poder querer a alguien
para que alguien me quiera
más de lo que me quiero;
para dejarme querer
Me voy y me quedo
sin moverme de aquí,
de mí
y sin saber hacia dónde
no dejo de caminar
hacia tí.
lunes, 5 de septiembre de 2011
Otro día
Canción de cuna 823. El último de la fila.
Hoy puede ser un día de esos que ayer me dijeron que podía ser otro día. La lluvia me despierta. Me susurra y me guiña el ojo para que me vaya con ella. El silencio de la mañana me obliga a caminar hacia lo que empezaré a ser hoy. A serlo más que ayer. En el aire se respira el cambio. Abrir los pulmones y oler la tierra mojada. Quizás hoy por fín empiece a recopilar de nuevo poemas. Puede que no este lejos escribir uno bueno. Incluso puede que te llame.
domingo, 28 de agosto de 2011
La porta del cel
Me voy otra vez con ella, mi querida mochila, a coronar el techo de este pequeño país. A apurar las vacaciones hasta el final, a uno de los lugares que más cosas y más verdad me dan. A mi llegada, esperaré en casa a todos mis amigos, que han querido compartir conmigo el día de mi cumpleaños. Tremenda ilusión, mezclada con serenidad, que me provoca todo bien mezcladito.
lunes, 22 de agosto de 2011
Aquí
Otra noche borracho y yo
me miro al espejo antes de dormir
le digo que mañana voy a cambiar
nos reímos los dos con ganas
A que siempre pensamos
que los pasos nos tienen que llevar lejos
y no creemos que el porvenir
esta en este mismo barrio.
me miro al espejo antes de dormir
le digo que mañana voy a cambiar
nos reímos los dos con ganas
A que siempre pensamos
que los pasos nos tienen que llevar lejos
y no creemos que el porvenir
esta en este mismo barrio.
miércoles, 17 de agosto de 2011
Entre
Entre el regreso y la soledad
la sensación de no tener ganas de abrir la puerta de casa
sentirme perdido y no hacer nada para evitarlo
ni saber, ni poder, ni querer
Aunque me reconozca en viejos escritos
en esta temporada para afuera
alrededor de un lugar que se parece a mí y me reclama
dónde las antiguas búsquedas y deseos ya no sirven
entonces mi cuerpo va perdiendo peso
me dejo en manos de la espiritualidad
del viento para que me lleve
los pies sin cabeza
la fe ciega de conveniencia
el peso y el valor de los días efímeros
la vida lenta y esta sonrisa perpetua
Quizás me sirva esta distancia para siempre
los mundos que distan entre lo que llevo adentro y la gente
todo lo que no hago por mí y hago por los demás
que nadie nunca sepa quien soy dentro de la cueva
entre la puerta abierta y los riesgos de la espeleóloga
las llamadas que no encuentran momento ni números
las que no llegan aunque sepa los trucos para que suene el teléfono
Y sin embargo
me invaden de una forma u otra estas ganas de vivir y exponerme
de pensar en lo que haría si me quedasen dos días de vida
reírme a carcajadas de mí mismo
mientras pretendo encontrar un camino sin buscarlo.
lunes, 25 de julio de 2011
Pies
Ese camino nos resulta familiar
es regreso, es verde, es silencio
hogar de lo verdadero
que cuentan las piedras
la música del río, la paz de los lagos
escuchar a la montaña, a las rodillas
el sonido de las botas al pisar la tierra más bella
me paro con frecuencia
amplifico el silencio de la vida
de lo extraño de las voces humanas
Me sacas lo que tengo adentro
como lo hará la mujer que me quiera
como la madre que eres y me alimenta
como el cielo dejando caer mensajes
Nosotros no entendemos de relojes
ni de recuerdos ni de sueños
somos tan básicos y sabios
que solo sabemos ponernos uno delante del otro
solo tenemos una dirección y un sentido
si nos dejas ir haciendo
ya sabes que siempre te llevamos
al lugar dónde tienes que estar
a nosotros el paso anterior
ya nos queda muy lejos
Dile a la cabeza
- ella si sabe de recuerdos y miedos -
que nosotros nunca te hemos traicionado
solo tiene que preocuparse
de decirle a la boca que se calle
respirar y conseguirnos gasolina
nada más
dile que no sueñe con encontrar
a preciosas habitantes humanas del monte
que no sueñe con rubias de pelo rizado
ojos claros y manos cálidas y cariñosas
que no llore antes de quedarse dormido
Nos vamos de travesía todos juntos
vamos a encontrar armonía y pasarla bien
a descalzarnos y ponernos al fresco
en todas las pozas, en el cristal que fluye y canta
a beber rubia siempre que se pueda
y fumarnos verdes nubes para dormir y soñar mejor
Vamos a andar.
* Este espacio no se cierra por vaciones, nunca será un espacio cerrado. Me voy a Asturias de buena vida una semana con Xavi, bajamos el Sella juntos y me deja en Hondarribia para comenzar otra transpirenaica en solitario. Buenas vacaciones y ser felices.
viernes, 22 de julio de 2011
Café y cigarro
No me tengo que olvidar. Debo recordarlo cada día. Agradecerlo. Estos momentos siempre son especiales. Suena Reggea. Dosifico justamente las caladas con los pequeños buches de café. Me gusta acabar el cigarro y que me quede el último sorbito. Cuando no me queda, me vienen metáforas de vacío y frustración. Mis continuas ganas de más, con los años mejor llevadas.
No debo olvidarme ninguna mañana. Esta especie de oración de agradecimiento. Las sensaciones en cuanto pongo un pie de nuevo en la tierra. Resurrección cotidiana y querida. La energía que siento es solar, limpia, tierna, lenta, dulce, infantil y grande. Sentir aquello de hoy es un nuevo día. Pasar para adentro la vida, sin salir ni de casa ni de mí. Escribirlo así, con esta sonrisa pequeña y convencida. El vaticinio de un buen día.
Claro que el tiempo vuela y huye...tan y tan rápido... pero lo agarro con suavidad, sin pretender retenerlo; llenando los segundos de presencia. Me gusta conducir en modo manual. Ir olvidando poco a poco el piloto automático. Sin recordar y sin desear. Acariciar lo que tengo, lo que toco y respiro. Esta piel me lleva y me detiene al tiempo. El principio, los sentidos...las yemas de mis dedos sobre las teclas, la espalda recordándome mi mala postura en la silla, mi sistema digestivo en la recta final, los restos del olor y el sabor fuerte de café y cigarro, la música en modo aleatorio, las plantas de mis pies, el movimiento de las piernas, el fresco de la mañana....
Llega la llamada que esperaba. Nos reímos. Te espero en casa y nos vamos a la cala. Si el viento no lo consigue, le ayudaremos a que hoy sea un día de sol. Aunque me gusta estar en la mar los días nublados. Mirar al sol directamente y ver el movimiento de las nubes, jugar con ellas y moverlas.
Al final sale todo, con mucho esfuerzo o como ahora: sin forzar nada. Lo que no fluye es mentira, miedo y estanque. Cuanto más yo, más tú. La evidencia de esta vocación minera: el trabajo del picapedrero.
Ayer volví a ver a mi niña rubia. Me sigue sorprendiendo el rollo que llevamos y que se mantiene. Bajo tu interés se esconde el mío. Me viene muy bien. Me encantó que tuviéseis una perfecta escala por acá. Fue genial volverte a ver. Conocer a Miryam y Bruno, mamá y pibe son relindos. Yo también espero que me cuadre este invierno volver a escaparme a tu isla que tanto me gusta cuando aquí hace frío.
Y tú no corras morena... déjame saborear todo esto y hacer a mi ritmo antes de cruzar esa puerta.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)