jueves, 14 de julio de 2011

Mujer

Existe un pequeño ser
acurrucado entre mi garganta
y la boca de mi estómago

Algunas tardes escucha boleros
y no los distingue de la realidad

de esa peculiar tristeza
que pide a silencios llenos
que venga alguien
para acariciarlo

para regalarle cuerpo a esta música
que le hace llorar y soñar

o que al menos suene el teléfono
si más no que la bandeja de entrada
le haga sonreir o llorar
y le arranque un vacío llamado mujer

olvidé el nombre de algunas
a otras en algún momento se lo cambié
alguna casi siempre ronda y vuela bajo
todas están compartiendo camino
todas en algún momento
por mal que se diera la cosa
me sacaron con mejor o peor arte
tesoros que ese niño guarda en su regazo

A veces se encontraron con el tipo duro
las más listas pasearon de la mano en silencio
les regalé palabras, humor y verdades
generosas mentiras también de callada manera

Todas me ayudaron a sacar pequeñas joyas, poemas y miradas
las más avezadas enseguida vieron el oro que no reluce
ninguna quiere compartir esa tristeza y melancolía de tierra y cielo
se quedan con el encanto y las malas artes
con el canalla, con el sensible, con el maduro
intuyendo un currículum que imaginan más dilatado de lo que es

Las que se quedan un rato, algunas noches, vuelven o huyen
no quieren consolar al niño triste y herido
buscando justamente que yo haga lo mismo con ellas

Las que me rozan y excitan la fibra sensible
ni se dejan cuidar ni me cuidan, buscan otra cosa
las mujeres complicadas, masculinas y dañadas
las que no escuchan mis miserias ni me cuentan las suyas
las que no saben bien lo que están buscando en mí
hasta las que me arrojan su rabia de buenas a primeras

Y a todas quise entre lo que pude y lo que se dejaron querer
todas encontraron algo de la luz que buscaban con pies o alas
pocas vieron o ven a la obscuridad sedienta
todas prefieren el sol a mi luna nueva y vieja

Hay que ver y escuchar todo lo que no pediré
esa cantidad ingente de deseos mudos, suplicantes, femeninos
que solo algunas pudieron ver aunque salieran corriendo
aunque las echara de mi casa y de mi vida
aunque desease con todas mis cutáneas fuerzas volveras a ver

Y todas eran guardianas de extrema belleza y ojos parlantes
casi todas vieron esa tendencia y facilidad para perderme en ellas
esta querencia por mujer
que no el miedo al bolero triste y desgarrador
que no su miedo a querer bailarlo conmigo por la mañana

las ansias del amor.

3 comentarios:

Vashti dijo...

Ansia de amor y de sentirme mujer. Levantarme cada mañana y decir basta, deja de soñar y vive. Al tiempo que me invade una secreta alegría, una profunda confianza.

Un abrazo trovador.

David dijo...

Grande trovador grande...

Mostrar el Corazón así...

Muy bello!!!

Saludos

Trovator dijo...

Denudar el alma en base a las palabras, tu arte. Las ansias, el tiempo para el desespero y la imaginación. La realidad, ahora, buscar el sueño.

Grande hermano, como siempre. Un abrazo!