viernes, 27 de enero de 2012

La sutil diferencia

Cuando cada vez el abandono
de la búsqueda es más real

más consciente

se refleja en no transitar antiguos caminos
en no seguir tus huellas para no errar

siento en mi sonrisa la sutil diferencia
entre el viejo deseo y el nuevo amor.

domingo, 1 de enero de 2012

Otro domingo con sol

Medito. No se que hora debe ser, aunque ya se empieza a colar algo de luz por la puerta de la calle. Antes, en la cama aún, decidí no salir a correr esta mañana. En un rato, cuando el sol esté más alto, subiré a leer a la terraza. Me reservé para hoy el final de La noche del Oráculo, de Auster.

Sigo sin fumar, debe rondar ya los 2 meses que lo quise dejar del todo y de una vez, creo que era un martes. Estoy satisfecho. Muy pocas veces la cabeza me pide nicotina. Y claro, el cuerpo responde. Estos días de vacaciones son los primeros en 5 años que me quedo en casa. Así lo decidí. Quiero encierro, al oso, al invierno y a la cueva. Rechacé una plaza para otro retiro, no me veía con fuerzas ni convencido para la dureza del que sería el 4º retiro. Quizá en verano o las próximas navidades.

Desde luego me he tomado al pie de la letra lo de "quedarme en casa". Salgo lo imprescindible. Solo he salido a comprar, a correr, al gimnasio y a las consabidas comidas de estos días. Ayer fue una excepción la comida con Xavi. Me gustó que me llamara. Sabía perfectamente que en esta ocasión yo no lo habría hecho.

Hablamos de como llevábamos estos días. También sabe bastante bien como los llevo yo. Siempre me subraya - ante mi indiferencia y aversión por cualquier convención social - la importancia de la simbología. Me recuerda que los grandes momentos de la vida están vinculados a un ritual. No digo que no, pero a mí no me sirven. Sencillamente, no me los creo. Me quedo con mis pequeños ritos y símbolos. Hasta el de llevar la contraria al mundo. Si más no, a este mundo. También volvió a recordarme mi inestabilidad y mi necesidad de intensidad. Aquí me autocoloqué la etiqueta de artista: "y que artista no es inestable"...

También antes de meditar esta mañana, no recuedo bien en que momento, ni ligado a que vino; me abordó un pensamiento muy claro: "si quieres verdad, da verdad". Pensé en que muchas veces prefiero callarme, motivado a medias por el miedo a quedar mal y el de hacer daño. Mi forma de decir la verdad es muy brusca, sin artificio ni maquillaje, hiriente y salvaje, cargada de fuerza y clavando la mirada hasta el fondo. Por eso voy con cuidado. Por no herir más de lo necesario, aunque hiera igual. Ya se que hay silencios y construcciones que pueden ser hasta más letales. Realmente, aquello de" callaico estás más guapo" me cae que ni pintado. Y más silencio. Cada vez más animal. Cada vez más silencioso.

Tampoco se en que momento, volvió un sueño que esta noche descubrí que lo era, y que además, es recurrente. Lo he soñado muchas veces...sin darme cuenta hasta ahora. Resulta que estoy estudiando algo, y todo anda terriblemente desordenado, cientos y miles de papeles en diferentes lugares sin ton ni son, lo que debería estar en su lugar no lo está...hasta he llegado a dudar de si realmente estaba estudiando eso....o que era...como en un contexto universitario...como absolutamente caótico y perdido...entonces me posee una sensación de absoluto descontrol...de desastre...en fin...que los sueños....sueños y nosotros son...
Tengo ganas de escribir. Estos días de reclusión he trabajado en el poemario. Sobre unas 170 páginas de poemas escritos en los últimos 3 años. Creo que podré salvar de la quema los necesarios. Aún no me puse a contarlos, ni los escritos, ni los seleccionados. Cuando uno me convence, me vuelve a gustar igual o más que cuando lo escribí, me pregunto como lo pude hacer...como si a veces no fuese capaz de sentir algo de talento. Más aún cuando leo alguna mierda bien grande y la he firmado yo. Es muy ambivalente.

He releido los de el último año y medio, así como todas las entradas del blog de esa época. Es un ejercicio curioso. Como confirmar lo cada vez más lejos que me cae el pasado, hasta el mas reciente. Me estoy convirtiendo en un ser muy olvidadizo.

También me he vuelto a leer todos los comentarios. Me he dado cuenta (y vuelto a sorprender) de la gente que hace tiempo que me lee y comenta, sobre todo de Paz, de mi hermano de signo Trova, de Calma, de Soco, de Lara, de los que también siguen ahí en menor medida y que os recuerdo a todos perfectamente...y muy especialmente de mi maestro Jose Luis Zúñiga, del día en que ya no habían más comentarios suyos, de sus ánimos, consejos y empujones para este primer poemario...la verdad es que lo echo de menos.

Me subo a la terraza a leer. ¿Es muy pronto para la primera cerveza?. Bueno, es domingo...y que coño...¡a la salud de Jose!
P.d.: ...este año no me pude escapar maestro...