lunes, 25 de abril de 2011

Filipinas

La promesa que le hize a Aina
   En Sabang amanece antes de las 6. Como siempre sigo funcionando al ritmo del sol. Una taza de te, con los pies apoyados en la barandilla de la terraza del Angeline's. Es viernes santo, y el mismo grupo de mujeres que esta mañana cantaban y rezaban en la entrada del hotel, ahora pasan por la playa. Sigo leyendo esa bala en la cabeza de mi hermano  Zuñi (clikar), y me sigo emocionando mucho... en algún lugar entre los versos y su memoria. Qué curioso que finalmente el libro, azarosamente, se quedase en aquel restaurante de Sabang. Todos los buenos libros tienen su historia, y este libro, siempre será un libro viajero; como el bueno de Zuñi y sus huesos. Su otro libro Era otro hoy, me lo entregó el mismo en mano, dedicado y en la sala Galileo de Madrid en Abril de 2009. Obviamente le pediré otro a Lidón. Hay libros y poemas que uno lee toda la vida. Seguro que al maestro Zuñi le gustaría la idea que el libro corra mundo y manos.

   La muerte tiene sus secretas conexiones. Hace pocos minutos, me acordé de Wiskhey, el perrillo moribundo de la playa. Ayer ya no me cogía la carne ni dándosela en la boca. Auguré que sería su última noche. Nunca olvidaré las lágrimas de Julio y Estrella desayunando. Esa misma mañana nos acompañó en la barca y el bueno de Sky lo enterró mientras hacíamos la primera inmersión. Obviamente, me acordé de todos mis perros muertos, en especial de mi Luna (clikar)querida.

   Por la playa no dejan de pasar personas, familias que van a la playa, vendedores...se respira festivo. Algunos vendedores ya me saludan sin afán de venta. Son saludos sinceros. Me quedo con el hermoso recuerdo de Paul, el más veterano de todos. Ayer mientras descansaba tumbado al sol con una San Miguel en la mano, charlando con Paul, le ofrecí si quería tomar algo. Después de varias negativas, me aceptó un "Energy drink". Fuí a la tienda y se lo compré. Cuando se lo ofrecí, sacó uno se sus collares con diente de tiburón y me lo ofreció. Me dijo que con este collar - que ahora luce en mi cuello - no tendría bad dreams y dormiría muy bien. Ahí lucirá orgulloso por el recuerdo del viaje, del viejo "tuporaqui" Paul y de nuestra pequeña historia.

   Desde el primer día en Sabang ya tenía muy claro lo acertado del viaje. Siempre relaja despejar dudas. Si les cuento al grupo que antes de estos días en Filipinas estaba de bajón...fijo que no se lo creen...después de tantas y tantas risas, chistes, anécdotas, San Miguel compartidas (seguro que no sabíais que la primera fábrica de esta cerveza estuvo en Manila. Acá también nació Luis E. Aute y estuvo mucho tiempo ese gran poeta que fue Jaime Gil de Biedma "trabajando" en la fábrica de puros de su padre. Estando por acá se comprende un poco mejor piping tom ) ...en fín, un viaje perfecto y redondo...pero sobre todo y sin dudar, extremadamente divertido. Ahí aparece Julio...oh my God!...que tremenda onda!!!...lo que nos habremos llegado a reír no tiene precio.

   Al final, Nico, Julio y servidor los únicos que no nos hemos perdido ninguna inmersión. Debajo del agua a uno se le pasan todos males, aunque mi maltrecho "costillar de cabrito" se resienta... Todos ellos habían buceado en otros lugares...pero coincidían en que acá se encuentra la mayor biodiversidad de vida marina...esos jardines de coral, la innumerable variedad de flora y fauna, de vida pequeña...de los apasionantes nudibranquios...un espectáculo de colores y multitud de vida en cualquier lugar.

   Los intérvalos en Isla Verde, en playas perfectas, los momentos de silencio, mar y sal en la proa..., los cigarros después de las inmersiones... la buena onda con todo el mundo; este grupo, que pese a las lógicas y sanas diferencias ha resultado genial!!!... el carácter de ese pueblo, educado, trabajador y respetuoso, una infinidad de buenos momentos y de tantas y tantas risas...las nuevas amistades y las que van creciendo...

   No puedo pasar por alto la excursión al Malasimbo. Mal que le pese a los detractores de las inofensivas sanguijuelas. La selva tropical, el ruido ensordecedor de las cigarras, el barro, las orquideas, la ascensión con Mario y el pequeño gran guía local Sherman, la vista de la bahía de Puerto Galera (la segunda natural más grande del mundo), las cerves mirando la bahía -descalzo en la hierba y San Miguel en mano-, quemar sanguijuelas, el viaje en el Jimmy...las risas...

   Al igual que después de los días en El Hierro (clikar), una señora inyección de la energía que necesitaba. Solo me queda agradecer a todos los implicados en este viaje, especialmente a Julio y Estrella -sin vosotros no hubiera sido posible- todas las experiencias y sensaciones que me guardaré para siempre en la mochila del alma.

Salamat!!!

Puerto Galera, Mindoro, Filipinas

miércoles, 13 de abril de 2011

Mindoro

Puerto Galera, Mindoro, Filipinas.

domingo, 10 de abril de 2011

Me espera un lugar



"Su hatillo contenía una sola riqueza
su casa es el camino, madreselvas y palmeras...
no quiere riquezas, no quiere poder
el solo quiere ver amanecer
tumbado en la hierba a la orilla del mar"

¿Para qué sirve una hormiga?.
Enemigos de lo ajeno (1986).
El último de la fila.




Me voy acercando a los montes
así de esta manera mía y lenta
casi pareciera que no me muevo
mientras camino hacia mi futuro

Me espera un lugar llamado adiós
allí su silencio te lo dice todo
no cuesta verse olvidando las palabras
sacándome toda la rabia de encima.

lunes, 4 de abril de 2011

José Luis Zúñiga

No se de homenajes, ni de esquelas; pero se de las lágrimas, de la amistad, de las conexiones en este mundo y de las cañas que nos tomaremos en el otro. Vete pillando los mejores garitos y pídete una que ya vengo...y encuentra toda la gloria en ese lugar. Tú me definiste de una de las mejores maneras que nadie ha sabido hacer: "Kike, el alegre trovador que tanto nos entristece". Te quiero maestro.