sábado, 12 de marzo de 2011

La casa del árbol

Ha crecido un árbol dentro de la casa

una casa que no tiene techo

ama esas cuatro paredes
a fuerza de verlas cada día

Solo sabe amar lo que alcanza

Mira al cielo

No se mueve

como aquellas cosas que dejas en un sitio
y sabes que siempre se quedarán ahí

igual que la tristeza en los ojos
que ninguna sonrisa puede borrar

por más que encierres a un árbol
no puede ser otra cosa

Ni quiere

Cada vez hay más silencio

Más raíz.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

No por triste deja de ser un texto precioso.
Saludos

Gabriella dijo...

Siempre es un placer leerte. Acercarse a ti. Hoy la tristeza me envuelve al leerte, pero me atrevo a decir que es una tristeza serena. Una tristeza que se siente a gusto consigo misma y no está desesperada por reír... bueno, eso pienso yo. Un gran abrazo y besos.

Begoña Leonardo dijo...

Alterada la sangre no por la primavera, sí por las hormonas. Alterado el ánimo, no por la primavera, sí por el vivir.
Te felicito por tu poema y te deseo una estación alegre y fulgurante.

Trovator dijo...

El árbol se enraíza más y más, y la casa interna se va amoblando preciosamente, hasta que nosotros seamos el techo de otras personas.

Genial, como siempre, hermano trovador.

Un abrazo!

acróbatas dijo...

Grande.
Hacía tiempo que no visitaba blogs con tanta frecuencia como antes. Estoy poniéndome al día, o intentándolo, y tus palabras son pequeños darditos certeros en esta primavera recién estrenada.
Un beso,
Vanessa