miércoles, 21 de octubre de 2009

Recaídas

Sensación de regreso a casa. Ahora ya no son tan tristes, son serenos. Es noche cerrada. No es coincidencia que, justo en el puente por encima de La sentiu, empiece a llover y a sonar "Oh melancolía" justo al mismo tiempo. Vale: oído barra.

"Beso que retorna como el mar", reza esa canción del buen cubano. Eterno retorno, ciclos y re-volveres... Ahora ya no tengo tan claro que todos confluyan en tu vientre, ni oigo llamadas en la ventana azul.

Tampoco el azar me devuelve ningún nombre. Sin embargo, ahi está, unívoco... me deja que lo llame presente. Me convida a creerlo cuando lo llamo futuro. Los días son generosos. Lo que me cuesta el amor.

5 comentarios:

Begoña Leonardo dijo...

Me has hecho hacer un viaje, ir y venir de dentro a fuera, de fuera adentro... Siempre cuesta el amor, pero es que cuesta levantarse y caminar y ... Será que estamos vivos, pero con eso no vasta.

Arrumacos querido trovador.

Jose Zúñiga dijo...

Buena lírica hay en este poema en prosa, trovador.
Un abrazo.

kika... dijo...

Y cuesta tanto (el amor, digo)...

besos a miles, y pedradas contra las ventanas, has despertado mi lado vándalo...
K

Lara dijo...

Lo que nos cuesta.

Nos vemos pronto.

Beso!

Yllari Chaska dijo...

Hola, he llegado a tu blog y me ha gustado, y este texto especialmente por las referencias exactas al gran Silvio Rodríguez. La música muchas veces invoca nostalgias.
Saludos desde Perú.