Nadie me creyó cuando lo dije
tan solo veían al mar que siempre sonríe
nadie se aventuró hasta el manantial,
los verdes más profundos y lejanos
era fácil mirar el reflejo del sol...
tendí una bandeja de plata
que no conducía a las migas de pan
olvidé la vieja amenaza del niño
el hombre se encargó de cumplirla
más por su sino que por razón
una lluvia fina y todas las lunas llenas
hicieron, con mimo, el resto
de costuras, hilo se seda, filigrana
estudios de encantador de serpientes
conejos que huyen de la chistera
charlatanes con pociones de milagro y pueblo
todo puro pie tras pie, gota a gota
secando al mar para hacerlo tierra
gente entre la gente
que no pueden llevar una vida cualquiera
los viernes son sus viernes por la tarde
rechazan citas con músicas y mujeres sublimes
la sonrisa de sus niñas más dulces
renuncian a todo lo que salga afuera
se quedan entre sus 4 desordenadas paredes
mientras suena la música de siempre
nuevos y viejos versos le acarician
reniegan de toda la prosa escrita y por escribir
se encierran en lo más profundo de sus ojos
sin soñar que alguien llamará a su puerta
solo para mirarles de frente y decirles lo que ven.
Hace 1 año
4 comentarios:
el reflejo del sol hace daño a los ojos, mejor mirar directamente el reflejo del mar
un abrazo kike
El mar es siempre un mar de esperanza...
Un abrazo, hermano de signo.
hay veces que uno se acostumbra en demasía a las cosas y sólo cuando las lee tan perfectamente acomodadas en estas letras recuerda lo bonito de la simplicidad...
Saludos desde el hoyo
me gusta esa foto de arriba, da vértigo, expresa a lo mejor las ganas de tirarte al vacío con la escritura
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