domingo, 17 de junio de 2012

La cabeza encima de los hombros

Aún no he comprado el cuaderno. No salta ninguna alarma, es normal, esto tiene que fraguarse a fuego lento, constante, sincero y convencido. Ha llegado la hora de meterle cabeza al asunto. Aún no haber comprado el insigne y mágico cuaderno, estoy volviendo a escribir en papel. Me resulta mucho más fácil y rápido, se pierden menos ideas; algunas que acuden fugaces, se pierden entre las teclas, pero permanecen más presentes en el papel. Necesito velocidad al escribir. Al transcribirlo vendrá la sangría, el orden y el desconcierto. El compromiso es media hora -de reloj- cada día para empezar. Lo rebajé en media hora para hacerlo más viable.

Llegó la hora, justo ahora, antes de cumplir los 40, de ponerle cabeza. Hay que sacrificar algunas cabezas de la bestia. No puedo seguir siéndolo todo sin saber quien soy. Lo más importante, sin ser nadie. Me voy a empeñar en regar algunas flores y dejar morir otras.

Me va a costar escribir sin fumar, va tan de la mano una cosa y la otra. Esta demostrado empíricamente.  Cada vez es menos placentero fumar de vez en cuando y cada vez me da más dolor de cabeza -y reconociendo que no lo llevo mal, y que desde Noviembre solo he comprado un paquete- quiero dejarlo de una puta vez para siempre. También voy a beber bastante menos. Ya se que tot plegat suena de lo más antiliterario posible, pero es lo que hay. Una cosa que no pienso dejar de hacer es llevar la contraria.

Voy a tener que vivir con las obligaciones que me fije y cumpliéndolas. Es la hora de la cabeza. Si me deprimo o me vuelvo un tipo -más aún- asocial, borde y más misántropo si cabe, me tendré que joder, es el precio que voy a pagar. Es lo que valen la constancia, la decisión y el compromiso. Hay que hacer. Hay que pensar. Tengo que volver a vivir con la cabeza encima de los hombros.

4 comentarios:

Jose dijo...

Hay veces que "algo", en su momento, te pide sinceridad interior, pisar con más firmeza para intentar ocupar ese vacío, ese fin que se busca y se necesita para intentar sentirse más lleno... Quizás ha llegado tu momento. Ánimo.

Ángel Muñoz dijo...

Lo que te dicte la cabeza en cada momento Kike, en cada momento.

María Socorro Luis dijo...

Siempre escribo en papel, generalmente en papeles sueltos, antes de pasar a la pantalla. Y como dice Angel, en cada momento. La idea surge en cualquier instante y tienes que atraparla, porque se te escapa, en el ala de una mariposa o en una gota de lluvia...

Aurrera Kike, ta muxumilla.

Carmela dijo...

Exígete "lo justo", buscando el equilibrio, y todo fluirá! ;-) Ptunàs!