viernes, 26 de abril de 2013

De la poética de correr solo por la montaña


Begues, bajando por el camino del "Purgatorio" con el Castell de l'Eramprunyà al fondo.

De los versos y las zancadas que nacen de la soledad y el silencio. Cuando todos los nexos del cosmos conjuran con el aire fresco de la mañana y toda la vida fluye. Fluye libre. Te sientes parte de algo: conectado. No entiendo la gente que habla de "desconectar" cuando lo que hacemos es justo lo contrario: conectar con nosotros y nuestra esencia desnuda. Es otra forma de meditar... centrada en el ritmo de la respiración, los latidos del corazón, las sensaciones en las piernas, el canto de los pájaros, los olores de la tierra...

Cuando uno recorre -varias veces por semana- los mismos senderos, te sorprendes a tí mismo al ver como se te dibuja una sonrisa en la cara al observar la evolución de la retama, el florecimiento de esas flores lilas que a veces se quedan toda la primavera verdes, o de distiguir las huellas de un perro de las de un jabalí; todas esas pequeñas cosas hacen que te sientas vivo. Te hacen feliz.

A veces también dejo libres a los pensamientos y acuden maravillosos viajes, mujeres del pasado y del futuro (que también afloran una sonrisa tierna), versos que nunca escribo y no se pierden porque alegran mi boca, projectos de algunas carreras, sueños... ese tipo de cosas. Todo eso me hace feliz.

¡La tierra para el que la corre!. Los placeres solitarios de la montaña y su infinidad de metáforas y conexiones espirituales. Sentirte como un animal salvaje que se mueve por instinto. Establecer tus propias leyes y que la naturaleza las apruebe.

El monte es como las buenas amantes: uno siempre quiere volver. Conocer a la montaña es conocer la vida. Sentir en tus piernas como, si te esfuerzas, las cuestas del destino cada vez parecen menos empinadas y como se disfruta más cuando la vida va de bajada.

La tierra para el que la trabaja. Hay que poner mucho de parte de uno, aliarse con esta vida y distanciarse de nuestros miedos.

Y no parar de dar las gracias por todo esto.

7 comentarios:

Ángel Muñoz dijo...

así debería ser, enhorabuena Kike, conectar con la naturaleza es lo más maravilloso y más si hay deporte por medio.

trovador errante dijo...

Angel "Voltios"!!!...un gustazo que te dejes caer por acá y comentes...me ha gustado mucho tío!!!...un abrazote y a ver si también vuelvo a conectar con la blogosfera...;-)

Anónimo dijo...

"Dicen que tampoco se necesita tanto para vivir, que en el campo aprendes a desprenderte de las cosas y a no estar todo el día consumiendo, que descubres que puedes entablar una relación con la naturaleza que antes ni se te pasaba por la cabeza que existía y que te das cuenta de que muchas de las cosas que te parecían imprescindibles son supérfluas, y pasas de ser un animal de consumo a lo que eres en realidad: un animal a secas." La vida imaginaria - Mara Torres.

Sincronías.....:-)

trovador errante dijo...

Benditas sincronías. Gracias por el regalo, me ha encantado. Además no creo que supieras que estoy enamorado de Mara Torres...;-)...tengo debilidad por las presentadoras del telediario...besos!!!

Anónimo dijo...

Vaya! Que casualidad! Pues me alegro de haber dado en el clavo con todo, ;-) Saludos!

trovador errante dijo...

Anónimo...¿nos conocemos?...;-)...saludos!!!

Anónimo dijo...

Para mí, correr por la montaña es la máxima expresión de libertad que puedo sentir en mi cuerpo y mi mente. No lo cambio por nada. La montaña es pura vida. Yolanda U.