Me convierto en ciclo solar
esperando en la orilla a los diamantes
acompaso los pasos de este a oeste
para soñar dormido y despierto
para soñar y vivir
para seguir siendo
fresco y curado te canto aquello
de no puedo vivir sin tí
te hablo con los ojos cerrados
y te llamo por tu nombre: padre
me cobijo bien adentro de todas las raíces
y siento todos los elementos de mi madre
dejarse llevar de la mano a la ansiada cama
donde me acaricias constante la cabeza de mañana
descansamos sin distancias en segundos de luz
puedo dormir tranquilo bajo tu protección
en el roce de tus dedos sin manos con los silencios justos
consigue que vuelva a sentirme ahí como tu niño mimado.
Hace 8 meses
5 comentarios:
Estos versos son diamantes...
y ya han llegado a mi orilla.
Precioso, Trovador.
Una belleza tu SOL.
Un beso desde Argentina.
sol, sal sil.
Silentes sueños, ángeles guardianes, qué hermosos versos silenciosos de sueños y segundos.
Hola Sil,
En vacaciones pasear y bañarme en cala a las 8 es mágico, y no pensar, leer, sentir.
Gracias y un beso rubia
Jose, así andamos y así sentimos, de cala, siestas y amigos, y algo de nuestra querida, disimulada y callada melancolía.
Un abrazo fuerte
Querido Trovador, ese amor, el único realmente eterno, el del padre, el del sol, ese es el que debe ser la medida de todos los amores futuros. Un gran abrazo.
Hola Ignacio,
Así son, con matices y muchos pies en la tierra, los amores soñados y los reales.
Un abrazo
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