lunes, 17 de agosto de 2009

Sol

Me convierto en ciclo solar
esperando en la orilla a los diamantes

acompaso los pasos de este a oeste
para soñar dormido y despierto

para soñar y vivir
para seguir siendo

fresco y curado te canto aquello
de no puedo vivir sin tí

te hablo con los ojos cerrados
y te llamo por tu nombre: padre

me cobijo bien adentro de todas las raíces
y siento todos los elementos de mi madre

dejarse llevar de la mano a la ansiada cama
donde me acaricias constante la cabeza de mañana

descansamos sin distancias en segundos de luz
puedo dormir tranquilo bajo tu protección

en el roce de tus dedos sin manos con los silencios justos
consigue que vuelva a sentirme ahí como tu niño mimado.

5 comentarios:

SIL dijo...

Estos versos son diamantes...
y ya han llegado a mi orilla.
Precioso, Trovador.
Una belleza tu SOL.
Un beso desde Argentina.

Jose Zúñiga dijo...

sol, sal sil.
Silentes sueños, ángeles guardianes, qué hermosos versos silenciosos de sueños y segundos.

trovador errante dijo...

Hola Sil,

En vacaciones pasear y bañarme en cala a las 8 es mágico, y no pensar, leer, sentir.

Gracias y un beso rubia

Jose, así andamos y así sentimos, de cala, siestas y amigos, y algo de nuestra querida, disimulada y callada melancolía.

Un abrazo fuerte

Ignacio Reiva dijo...

Querido Trovador, ese amor, el único realmente eterno, el del padre, el del sol, ese es el que debe ser la medida de todos los amores futuros. Un gran abrazo.

trovador errante dijo...

Hola Ignacio,

Así son, con matices y muchos pies en la tierra, los amores soñados y los reales.

Un abrazo