martes, 28 de octubre de 2008

Tejado

Desde tu frío descubres mi calor
y yo te regalo una teja,
y tu mirada me ofrece otra.
Mi traicionera vocación de un padre
que sin ti no puede hacer su tejado,
que aún creyéndolo muy sólido
no siempre me cobija.

Entonces necesitamos moradas incompletas
para niños congelados,
buscando un fuego que sin tu leña
no podemos encender.

Padres con hijos buscando padres
protegiéndonos en niños huérfanos.

Fluye la llama en la madera mojada
con chispas pequeñas y luminosas.

No dejes de regalarme paredes en piedra
y piensa que yo no tengo casa,
un terremoto la convirtió en ruinas,
tus ojos son mis ladrillos
nuestro amor la argamasa,
que tu casa ahora es ya mi casa,
hecha de paredes con ojos
de estalactitas de lágrimas,
allí viviremos juntos
allí jamás volveremos a tener frío.

A Josep, por su valentía y su frío.

No hay comentarios: