Para manos que morirán acariciando
en los días redondos
se recuperan todas las noches
viejas sin recordar antes de nosotros
Amar más allá de la vida
con todas las manos
encima del mundo
Sabemos que tenemos un sí
que ilumina nuestra mañana de ventana
de el calor rico sin estación
en todos los nacimientos cotidianos
Signos de sol y luna juntos
nada se va a apagar
todo se va a fundir
Todos los hijos del infinito
nos recuerdan con sonrisas diarias
que nacimos por ellos
haciendo que explote la felicidad
alrededor de lo que tocamos
y de lo que nos toca
Cargamos bellos cuerpos de tierra
con millones de arados en dedos
agujas, vendas, alimento, agua
eterna de constantes momentos
Cerca estemos dónde estemos
tú, yó, ellos
llegamos sin querer regalando vida
a todos los bálsamos y esencias de amor
de paz para los ojos del cosmos
que todos los seres necesitaban
a gritos callados de miradas cerradas
en puentes sobre ríos entrelazados
Arrancamos todas las banderas
para izar una señal de futuro multicolor
en la única embajada posible
Nos amamos siempre sin darnos cuenta
no sabemos hacer otra cosa
que ser el hombre y la mujer del mundo.
13 de Enero de 2009
Hace 8 meses
4 comentarios:
hombre y mujer liberos, como las letras de tus poemas trovescas.
saludos, camarada!
Sin libertad y solos no somos nada ni nadie.
Un abrazo camarada
Un placer comentar después de mis dos hermanos de trova! Las banderas en sí resultan un símbolo demasiado enclaustrado... pero para el hombre y mujer del mundo, la bandera es la del amor, reconocida mundialmente y aceptada en el corazón de todos.
Un abrazo hermano!
Yo vengo de un lugar sin banderas. Otra cosa que no entiendo.
Abrazos fraternos para mis hermanos de trova y de signo.
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