"Aquí (aún digo aquí cuando pienso en Castilla) confundimos la alegría con la irresponsabilidad, y la virilidad, con el desabrimiento y la hirsutez. Aquí el humor -que ayuda a vivir, por lo menos, tanto como la religión- es también negro, igual que la raza castellana de gallinas. Y nuestro demonio familiar no es el de la rijosidad ni el de la soberbia, sino el de la envidia, o sea, la tristeza por el bien ajeno; de ahí que no haya ningún alegre envidioso ni ningún envidioso alegre: en el pecado llevamos la penitencia.
Acaso el origen de tanta tiniebla española esté en la religiosidad con antojeras que nos separó de todos los demás. El catolicismo rígido -con sus penitencias, sus sacrificios y sus valles de lágrimas- consiguió que amargásemos a medio mundo y procurásemos quemar al otro medio; pero, más que nadie, nos amargó a nosotros. A nuestro concepto de religión como trampa infinita, como desdén de esta vida en función de la otra, unas veces fomentado por la Iglesia, y otras por los gobernantes, le debemos habernos pasado guerreando toda la Historia: la vida como una milicia. Contra los arrianos, contra los moros, contra los judíos, contra los herejes, contra los turcos, contra los indios... Un espanto. Porque vivir es, de momento, decir que sí a este mundo. Tan importante es esta vida, hasta para los ultratumbistas, que sólo ella puede comprar la hipotética otra. Sin libertad aquí, no hay ni cielo ni infierno ni gloria que las valga en otra parte. Si no se cumple el primer compromiso -vivir en donde estamos- difícilmente se nos ofrecerá otra oportunidad después. Y los españoles somos propensos a huir de la realidad hostil en lugar de cambiarla. Por abajo, huimos con la picaresca; por arriba, con la mística. La solución es no ser como somos. Porque, más que a vivir, aspiramos a sobrevivir, en el sentido material o en el espiritual. Y eso no es nada bueno."
Antonio Gala
El pedestal de las estatuas, pág. 20.
2007. Ed. Planeta
3 comentarios:
Este Gala a veces tiene su cosa.
por más que se quiera huir....siempre te perseguirá..
hay que aceptar y vivir...no queda otra!!
un abrazo enorme , amigo
Casi siempre sobrevivimos, creo que si no lo hicieramos nos dejaríamos morir, aunque a veces...
Besos
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